—¡Pollo
al ajillo de la Avelina! —exclamó Marta al
escucharle—. Qué suerte por Dios. Mataría por ese pollito.
—Una pringailla con un poquillo de pan nos
dejaras dar ¿no? —babeó Patricia.
De todos era conocido que Avelina, la madre
de Adrian, era una magnifica cocinera.
LAS RANAS TAMBIÉN SE
ENAMORAN
Megan Maxwell
Ed. Versatil, 2011
SINOPSIS:
Marta Rodríguez es una joven y divertida madre soltera que
conduce una Honda CBF 600. Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola
Herrera, donde hace un poco de todo. Tan pronto soluciona temas de banco como
diseña y cose el mejor vestido de flamenca. La vida de Marta, y su entorno, da
un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un
empresario inglés, serio a la par que sexy, se cruza en su camino. ¿Qué será
Philip, una rana o un sapo más en el gran charco de la vida?
Una novela actual que ya va por su quinta edición. Comedia
romántica cañí para amantes de la los libros divertidos. Sentimientos a flor de
piel, momentos eróticos y una permanente sonrisa asegurada.
Con la originalidad de una trama basada en la moda
flamenca, en las que viviremos los problemas de una madre precoz y sin pareja
que debe lidiar con una hija adolescente. En esta historia, la familia y el
valor de la amistad tienen un peso muy importante. De telón de fondo, la
complicada búsqueda del amor y cómo nos sorprende cuando no se busca. Está
claro que, si el corazón quiere, puede con las diferencias de clase y hasta con
las barreras culturales.
En las primeras páginas, cuando la intriga entre la pareja
empieza a despertarnos el gusanillo lector, la autora nos narra una comida
entre compañeros de trabajo en fiambrera compartida.
POLLO AL AJILLO
1 pollo troceado
1 cabeza de ajos
3 patatas
1 vaso de vino
blanco, excelente el fino Tío Pepe
10 cucharadas de
aceite de oliva
Perejil, pimienta y
sal
Dorar en una sartén el pollo salpimentado. Pelar las
patatas y cortarlas a cuadros, sazonarlas y freírlas en aceite en otra sartén.
Cuando el pollo ya tenga color, añadir el ajo picado y dejar que empiece a
tomar color para verter el vino, lo dejamos reducir y añadimos el perejil
picado. Antes de servir, añadimos las patatas fritas y damos un par de vueltas.
Buen provecho y feliz lectura.
OLIVIA ARDEY
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