jueves, 31 de diciembre de 2015
Tres ebooks entre los más vendidos de las Navidades
La web EL RINCÓN DE LA NOVELA ROMÁNTICA, portal decano español especializado en narrativa de género literario romántico, publica la lista de los libros más vendidos durante los días de Navidad.
Acabar el año viendo tres novelas mías entre los ebooks más vendidos, es el mejor regalo.
¡Gracias, lectoras y lectores!
miércoles, 30 de diciembre de 2015
Patricia Sutherland te regala una novela
Así de estupenda y generosa es ella. No es ningún secreto que Patricia Sutherland es una de mis escritoras preferidas. Y ahora nos regala VOLVERÉ A TI, la precuela de su serie Sintonías.
Pincha en este enlace para recibirla por email en el formato digital que prefieras.
martes, 29 de diciembre de 2015
Sorteo internacional DAMA DE TRÉBOLES
¿Quieres ganar un ebook de mi novela DAMA DE TRÉBOLES? ¿Quieres pasear con Ethan y Linette por el far west? ¿Quieres enamorarte como miles de lectoras del cowboy más sexy?
El CLUB DE LECTURA de Facebook ha convocado un sorteo internacional. Importante: el plazo para apuntarte y participar empieza el 9 de diciembre y finaliza el 7 de enero.
Hazte miembro del grupo facebook del club pinchando aquí.
En este enlace tienes las instrucciones precisas para participar. ¡¡Suerte!!
lunes, 28 de diciembre de 2015
Sorteo internacional TÚ DE MENTA Y YO DE FRESA
¿Quieres ganar un ebook de mi novela TÚ DE MENTA Y YO DE FRESA? ¿Te apetece conocer al duro de Jaime y a la callada Belisa? ¿Quieres soñar y suspirar con una novela sexy y romántica a partes iguales?
El CLUB DE LECTURA ha convocado un sorteo internacional para celebrar el lanzamiento de la novela en edición digital y con nueva portada, de la mano de Zafiro-Planeta.
Hazte miembro del Club pinchando aquí.
Las instrucciones para inscribirte en el sorteo se explican muy bien en este enlace. Suerte y recuerda que el plazo para participar termina el 7 de enero.
sábado, 26 de diciembre de 2015
UNA CHICA CON ESTILO nominada a los Premios Dama 2015
Una alegría más. Acabo de saber que UNA CHICA CON ESTILO está nominada a los Premios Dama 2015 en la categoría Mejor Novela Romántica Histórica.
Mi felicitación a todos los compañeros esctitores y editoriales nominados, porque compartir las alegrías es estupendo. Por supuesto, mi agradecimiento a todas las lectoras clientas de Club Romántica por hacerlo posible.
Y para celebrarlo, Eva Olaya, la maravillosa diseñadora gráfica de Ediciones Versátil que es la artista de las portadas de mis novelas, me ha hecho este regalito: la portada tunneada del número de diciembre de 1921 (año en el que trascurre UNA CHICA CON ESTILO), de la revista Harper's Bazaar.
La teva lectura i la meva recomienda esta Navidad UNA CHICA CON ESTILO
El blog bilíngüe LA TEVA LECTURA I LA MEVA recomienda como lectura navideña mi novela UNA CHICA CON ESTILO.
Si todavía no la has leído, estas fechas son una buena oportunidad para meterte en la máquina del tiempo y viajar hasta los felices, eróticos y apasionantes años 20 de la mano del comisario Ray Donnelly y la señorita Helen McKerrigan.
No te pierdas las recomendaciones que aconseja en este "Especial Nadal", de diversos géneros literarios, perfectas para disfrutar en estos días de frío, sofá, mantita y libro.
viernes, 25 de diciembre de 2015
Ya a la venta en Panamá UNA CHICA CON ESTILO
Así es, UNA CHICA CON ESTILO ya se vende en Panamá.
Puedes conseguirlo en las Librerías Sanborns, publicado por Vergara, Ediciones B México, que lo distribuye al igual que EN LA TOSCANA TE ESPERO por toda América Latina.
Pincha aquí para saber en qué librerías y países puedes conseguir mis libros.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
¡Feliz Navidad!
Charles Dickens nos regaló en 1843 A Christmas carol, una novela corta gótica que para mí es el mejor cuento de Navidad de la historia de la literatura. Pero, ¿nunca os habéis preguntado qué fue de Ebenezer Scrooge y del pequeño Tiny Tim Cratchit? Dickens asegura en los últimos párrafos que el niño no murió, que fueron inseparables y el viejo Scrooge fue un segundo padre para él.
"ALGUNAS NAVIDADES DESPUÉS...", por Olivia Ardey©
Scrooge estaba vivo, para empezar.
Y más feliz que nunca aquella tarde de Navidad. Sentado frente a la chimenea, sacudió el recipiente en el que calentaba granos de maíz y sonrió satisfecho. Gracias a aquella terrorífica noche tan lejana, supo combatir el futuro funesto que vaticinaban las visiones mostradas ante sus ojos por el tercer fantasma. ¡Bendita Navidad aquella!, porque a partir de entonces había gozado de la vida como de un regalo del destino, dichoso e inesperado.
—¿Cuándo estarán las palomitas, tío Eb? ¡Tardan mucho! —protestó el pequeño de ojos claros que tenía sentado en el regazo.
El maíz empezó a crepitar en el interior del recipiente de rejilla metálica.
—Un momento, pequeños —advirtió—. No seáis impacientes…
Los niños que se arremolinaban a su alrededor comenzaron a dar palmas, ansioso por saborear las deliciosas palomitas recién sacadas del fuego.
Hacía años que el viejo Ebenezer se había mudado de su enorme y vacía mansión para vivir en casa de su sobrino Fred, convirtiéndose así en un verdadero abuelo para sus cuatro sobrinos nietos. En ese momento se encontraba rodeado por un total de diez pequeños de todos los tamaños y edades. La casa de Fred se llenaba de amigos y parientes cada Navidad y Scrooge era feliz ejerciendo de niñero improvisado.
—¡Con cuidado! Si os arrimáis demasiado, podríais quemaros —rogó.
Una niña le acercó un bol enorme. Scrooge destapó el recipiente de hierro, pero mientras lo inclinaba estallaron un par de granos. Las palomita saltaron por los aires y los niños chillaron ante aquella inesperada tormenta de nieve, mientras el anciano reía con ganas.
—A veces pienso que eres más niño que ellos —dijo una voz a su espalda.
Scrooge miró por encima del hombro; Timothy Cratchit, lo estudiaba muy serio con las manos a la espalda. El anciano se encogió de hombros, y con una agilidad impropia de su edad, agarró el bastón y se puso en pie mientras los niños andaban a la caza de las palomitas esparcidas por la alfombra.
—La vida es muy corta, Tim; tienes que aprender a disfrutar de ella.
Estudió el gesto sombrío de aquél joven, al que quería como a un hijo. El pequeño Tiny Tim, aquél niño enfermizo, se había convertido en un hombre. Un joven alto y apuesto con mucho éxito entre las mujeres. Pero él no solía prestar atención a las miradas seductoras y suspiros femeninos que despertaba a su paso. Parecía que todo su interés se centraba en su trabajo, un puesto importante en la Banca de Londres.
Aunque el viejo Scrooge intuía que el corazón del joven latía en secreto por una mujer; por la pelirroja escocesa de ojos claros y soñadores que en ese momento Timothy contemplaba con una expresión atormentada.
—¿Has hablado con Jane? —preguntó el anciano; Timothy negó con la cabeza—. ¿Dónde está tu valentía? —lo provocó.
—No se trata de eso —replicó sin apartar la vista de la muchacha—. No puedo decirle la verdad. Me odiaría si supiera que la hemos… que yo la he estado engañando.
El joven recalcó las últimas palabras con pesar, en un tono no exento de culpa.
—Algún día tendrás que ser sincero con ella. No permitas que viva engañada. Con ello sólo consigues poner en peligro su felicidad… y la tuya.
Timothy chasqueó la lengua molesto.
Ebenezer Scrooge sacudió la cabeza refunfuñando por lo bajo. Cuando Tim le confesó meses atrás que había accedido a ayudar a su amigo Herman Black, ya le advirtió que aquél asunto no podía acabar bien. Pero él, desoyendo sus consejos, continuó con aquella farsa. El tiempo había demostrado que el que Timothy consideraba su mejor amigo, resultó ser un cobarde. Un irresponsable sin sentido del deber, que no dudó en embarcarse en el puerto de Southampton y huir rumbo a Nueva York en cuanto Jane le comunicó que iba camino de Londres dispuesta a conocerle en persona y formalizar el compromiso.
—Jane tiene un corazón enorme, creo que subestimas su capacidad para perdonar —insistió Scrooge.
—No creo en los milagros —zanjó Timothy dándole la espalda.
Scrooge contempló como el joven se alejaba hacia el otro lado del salón en busca de un grupo de invitados. Al anciano no le pasaron desapercibidas las miradas furtivas que entrecruzaban él y la bella escocesa. La expresión de Timothy reflejaba un tormento interior, con toda seguridad fruto de los remordimientos. En cambio, la mirada tímida de Jane, reflejaba azoramiento y algo que Scrooge no había olvidado: aquellos ojos eran los de una mujer apasionada.
Apoyado en su bastón, estudió a Timothy de arriba abajo recordando a aquél niño enfermizo condenado a una muerte temprana... ¿Y era él quién no creía en los milagros? ¡Qué equivocado estaba! El anciano decidió demostrarle que sólo la magia de la Navidad tiene el poder de convertir en realidad los buenos deseos y hacer posible cualquier milagro.
Al otro lado del salón, Jane escuchaba sin demasiado interés la divertida conversación que mantenía la esposa de Fred con algunas de sus invitadas. Con disimulo miró a Timothy Cratchit; él pareció percibir su escrutinio y giró la cabeza. Sus miradas se encontraron y Jane desvió la vista azorada al notar que empezaba a ruborizarse. Se sentía confusa y arrepentida; se estremecía cada vez que recordaba el cálido placer de los labios de él sobre los suyos… Nunca debió ceder a la tentación de sus besos, y se odiaba a sí misma por su propia debilidad, por haber caído en brazos del mejor amigo de su prometido. Estaba segura de que el señor Cratchit tendría un pésimo concepto de ella por su actitud libertina.
¡Maldito destino! Amaba a Herman Black, pese a haberla abandonado casi a las puertas del altar. Mientras permanecieron separados, él en Londres y ella en Escocia, logró adueñarse de su corazón con decenas de cartas llenas de ternura. La había humillado ante todo Londres y aún así lo amaba.
Pero Timothy Cratchit despertaba en ella un sentimiento desconocido, una atracción que la encendía por dentro. La mortificaban los remordimientos, porque a pesar de amar al hombre equivocado, soñaba con la magia de sus besos.
Con ayuda de su bastón, Scrooge se aproximó hasta Jane y la joven, al verlo llegar, le dedicó una amplia sonrisa. Aquél hombre que durante años cultivó fama de avaro y mezquino, se había convertido en un anciano adorable.
—Estamos en Navidad señorita Jane, es tiempo de alegría. ¿Cuál es la causa de tanta melancolía? Quizá… —sugirió mirando a Timothy.
La joven parpadeó avergonzada; Scrooge la tranquilizó con una sonrisa cómplice.
—Imagino que conoce mi situación—dijo Jane bajando la vista—, se que todo el mundo habla de ello. ¡El señor Cratchit ha sido tan amable conmigo!
—Un gesto de caballerosidad que le honra —aseguró entornando los ojos—. E imagino que se ha esforzado en consolarla.
Jane fijó la vista en sus guantes completamente ruborizada y Scrooge sospechó que las atenciones de Timothy hacia la muchacha habían sido mucho más que de un par de besos inocentes.
—Jane, créame, no debe arrepentirse de nada —aseguró para tranquilizarla—. Y no dedique ni uno de sus pensamientos a ese sujeto miserable. Él no la merecía.
—Olvidar al señor Black no será tan sencillo, señor Scrooge —murmuró con un suspiro.
—¡Si apenas se conocían! —refunfuñó.
—Se equivoca. Su comportamiento ha sido imperdonable, pero nunca podré olvidar todas y cada una de las palabras que me escribió en sus cartas.
—Es usted muy joven Jane —añadió—, y tan inocente… ¿Usted cree que de haber sentido todo el amor que le expresaba en esas cartas habría huido de usted?
La joven alzó el rostro angustiada; empezaba a sospechar que había sido víctima de un engaño.
—¿Qué quiere decir? ¿Cree que me mintió todo el tiempo?
—Tal vez —aventuró rascándose la barbilla—. Juraría que esas cartas las escribió otra mano…
Jane apretó los labios para ahogar un sollozo. Notó que se los ojos se le llenaban de lágrimas y murmurando una breve disculpa se alejó a toda prisa. Scrooge se sintió culpable al verla abandonar precipitadamente la estancia por una de las puertas de salida al balcón. Pero a pesar de ello, esbozó una sonrisa triunfal cuando vio que Timothy corría tras ella con semblante desolado. «Y ahora, a esperar que suceda el milagro», pensó mirando hacia el balcón con picardía.
Jane trataba de serenarse con ambas manos apoyadas en la balaustrada del balcón. Cuando oyó que la puerta se abría a su espalda, giró la cabeza y se secó las lágrimas a toda prisa a fin de mantener la compostura.
—Señor Cratchit…
—Señorita McRee, permítame —murmuró quitándose la chaqueta para cubrirle los hombros—. Quiero que sepa que abomino del comportamiento imperdonable de Herman Black.
—Gracias —susurró ella en voz baja—. El primo Fred ha sido tan amable brindándome su hospitalidad. Comprenda lo bochornoso que sería para mí regresar a Escocia y…
—Señorita… ¡Oh, Jane! Esto es absurdo —protestó con un suspiro de impotencia—. No podemos guardar las formas de este modo después de todo lo que hemos compartido… —susurró abrazándola por detrás.
—No… no estuvo bien —titubeó arrepentida.
—Cada vez que pienso lo que estás sufriendo por culpa de ese desalmado… sería capaz de matarlo con mis propias manos —masculló con ira contenida.
Notó que se ella se agitaba por los sollozos, y haciéndola girar entre sus brazos, la abrazó con fuerza. Jane recostó la cabeza sobre su pecho sin poder contener el llanto.
—Jane, permite que cuide de ti —murmuró apoyando la mejilla en su cabeza—. Me atormenta pensar que no sientes nada por mí, que todo tu amor pertenece a Black. Pero me conformaré con lo que estés dispuesta a darme. Por favor, cásate conmigo y me harás el hombre más feliz de la tierra.
—No puedo —sollozó—. No sería justo.
—No te pido que me ames.
—No lo entiendes —le explicó más serena.
Timothy sacó un pañuelo de su bolsillo y le secó las lágrimas con delicadeza. Ella alzó el rostro para mirarle a los ojos.
—Acabo de descubrir que he sido víctima de una broma abominable por parte de ese hombre y de alguien que se prestó a colaborar en el engaño. Ahora tengo la certeza de que no fueron suyas ni una sola de las palabras que lograron conquistar mi corazón.
—Jane, debes saber…
—No sería justo para ti que aceptara ser tu esposa, cuando estoy enamorada de un desconocido que me dedicó las cartas más maravillosas que una mujer pueda soñar.
Timothy se quedó sin aire, la abrazó con muchísima fuerza; Jane podía sentir los latidos acelerados de su corazón en su mejilla.
—Jane, ¿estás segura de amar a ese hombre?
—Con todo mi corazón —sollozó de nuevo.
—¿Tanto como para perdonar? —ella alzó el rostro y lo miró perpleja; él respiró hondo antes de continuar—. ¿Y si ese hombre no hubiese mentido? ¿Si todo lo que decían las cartas fuera cierto?
Jane le tapó la mano con la boca para impedir que continuara hablando. Durante unos segundos se olvidó hasta de respirar; no podía apartar sus ojos de los de él. Retiró la mano de su boca y acarició su mejilla.
—Si todo lo que decían las cartas era verdad —logró decir por fin—; no se trataría de un engaño. ¿Tú…? —él asintió en silencio, y ella exhaló todo el aire contenido en sus pulmones—. ¡Debería abofetearte!
Pero en lugar de cumplir con su amenaza, se abrazó muy fuerte a él, escondió el rostro en su pecho y comenzó a reír con suavidad.
—Jane, Herman nunca ha sido un hombre paciente —le explicó—. Me rogó que le ayudara a redactar las cartas que te enviaba con la excusa de que no sabía cómo cortejar a una mujer. Supongo que al principio le pareció divertida la idea de la seducción, pero nunca estuvo dispuesto a asumir un compromiso.
—Maldito embustero —masculló furiosa, pero extrañamente feliz— y maldito tú también.
—Lo que empezó como un juego, pronto se convirtió en algo demasiado serio para mí. Ansiaba recibir tus cartas y lo único que me mantenía cuerdo era poder compartir contigo todo lo que tengo aquí dentro —dijo llevándose la mano de ella a su pecho—. Cuando llegaste de Escocia sólo podía pensar en tenerte aunque fuera una vez, en besarte hasta robarte el aliento, en acariciarte una y mil veces.
—¿Y no se te ocurrió pensar cuánto sufría yo? ¡Me atormentaban los remordimientos!
—¿Por qué? —preguntó sinceramente sorprendido.
—Acababa de romper mi compromiso —alegó incómoda—. Y desde la primera vez que te vi, la pasión se impuso a mi voluntad y me dejé dominar por el deseo —confesó en voz baja—, con un descaro que escandalizaría...
Él le tomó la barbilla y la miró a los ojos.
—¿Deseo? —preguntó en tono íntimo.
Ella asintió con la cabeza. Timothy la atrajo por la nuca y se apoderó de su boca abriéndole los labios con codicia, buscando la caricia de seda de su lengua, loco por saciarse de ella, de su sabor. Cuando por fin se separaron, se miraron a los ojos con la respiración agitada y él apoyó su frente en la de ella.
—¿Seguro que todo en esas cartas era cierto? —preguntó Jane.
—Cada palabra.
—Dicen que los ingleses prefieren a las mujeres de cabellos oscuros —dijo dudosa—. ¿Es cierto que adoras…?
—¿Tus «rizos de fuego»? —recordó con media sonrisa lo que había escrito en una de las cartas.
—¿Y las pecas sobre mi nariz?
—«Polvo de estrellas» —recordó también en voz baja—. Y ahora, dime que te casarás conmigo.
—Sí —susurró.
Ella le rodeó el cuello con los brazos para devorarse con un beso largo y sensual.
—Puedo oír tu corazón —dijo Jane acariciando su pecho.
—«En mi interior un volcán» —recordó Tim de nuevo las cartas besándola en el cuello.
—«Y yo lava pegada a ti» —continuó ella, cada vez más osada.
—¿A quién amas, Jane? —le mordisqueó la mandíbula.
—A ti.
La boca de él inició un sensual recorrido a lo largo de su cuello.
—Porque yo te amo con desesperación —confesó sin dejar de besarla y notó que ella se estremecía entre sus brazos—. «Siempre mía, Jane» —murmuró buscando su boca—, «yo dentro de ti y tú…»
—«…para siempre en tus brazos prisionera» —susurró en sus labios antes fundirse en el más apasionado de los besos.
Felices fiestas y que la magia de la Navidad haga que se cumplan todos vuestros buenos deseos.
He dejado volar mi imaginación y aquí os dejo este relato, mi versión romántica del futuro de estos personajes, a modo de felicitación navideña. Es mi modesto homenaje a esta maravillosa historia de Dickens y mi regalo de Navidad para todos vosotros.
"ALGUNAS NAVIDADES DESPUÉS...", por Olivia Ardey©
Scrooge estaba vivo, para empezar.
Y más feliz que nunca aquella tarde de Navidad. Sentado frente a la chimenea, sacudió el recipiente en el que calentaba granos de maíz y sonrió satisfecho. Gracias a aquella terrorífica noche tan lejana, supo combatir el futuro funesto que vaticinaban las visiones mostradas ante sus ojos por el tercer fantasma. ¡Bendita Navidad aquella!, porque a partir de entonces había gozado de la vida como de un regalo del destino, dichoso e inesperado.
—¿Cuándo estarán las palomitas, tío Eb? ¡Tardan mucho! —protestó el pequeño de ojos claros que tenía sentado en el regazo.
El maíz empezó a crepitar en el interior del recipiente de rejilla metálica.
—Un momento, pequeños —advirtió—. No seáis impacientes…
Los niños que se arremolinaban a su alrededor comenzaron a dar palmas, ansioso por saborear las deliciosas palomitas recién sacadas del fuego.
Hacía años que el viejo Ebenezer se había mudado de su enorme y vacía mansión para vivir en casa de su sobrino Fred, convirtiéndose así en un verdadero abuelo para sus cuatro sobrinos nietos. En ese momento se encontraba rodeado por un total de diez pequeños de todos los tamaños y edades. La casa de Fred se llenaba de amigos y parientes cada Navidad y Scrooge era feliz ejerciendo de niñero improvisado.
—¡Con cuidado! Si os arrimáis demasiado, podríais quemaros —rogó.
Una niña le acercó un bol enorme. Scrooge destapó el recipiente de hierro, pero mientras lo inclinaba estallaron un par de granos. Las palomita saltaron por los aires y los niños chillaron ante aquella inesperada tormenta de nieve, mientras el anciano reía con ganas.
—A veces pienso que eres más niño que ellos —dijo una voz a su espalda.
Scrooge miró por encima del hombro; Timothy Cratchit, lo estudiaba muy serio con las manos a la espalda. El anciano se encogió de hombros, y con una agilidad impropia de su edad, agarró el bastón y se puso en pie mientras los niños andaban a la caza de las palomitas esparcidas por la alfombra.
—La vida es muy corta, Tim; tienes que aprender a disfrutar de ella.
Estudió el gesto sombrío de aquél joven, al que quería como a un hijo. El pequeño Tiny Tim, aquél niño enfermizo, se había convertido en un hombre. Un joven alto y apuesto con mucho éxito entre las mujeres. Pero él no solía prestar atención a las miradas seductoras y suspiros femeninos que despertaba a su paso. Parecía que todo su interés se centraba en su trabajo, un puesto importante en la Banca de Londres.
Aunque el viejo Scrooge intuía que el corazón del joven latía en secreto por una mujer; por la pelirroja escocesa de ojos claros y soñadores que en ese momento Timothy contemplaba con una expresión atormentada.
—¿Has hablado con Jane? —preguntó el anciano; Timothy negó con la cabeza—. ¿Dónde está tu valentía? —lo provocó.
—No se trata de eso —replicó sin apartar la vista de la muchacha—. No puedo decirle la verdad. Me odiaría si supiera que la hemos… que yo la he estado engañando.
El joven recalcó las últimas palabras con pesar, en un tono no exento de culpa.
—Algún día tendrás que ser sincero con ella. No permitas que viva engañada. Con ello sólo consigues poner en peligro su felicidad… y la tuya.
Timothy chasqueó la lengua molesto.
Ebenezer Scrooge sacudió la cabeza refunfuñando por lo bajo. Cuando Tim le confesó meses atrás que había accedido a ayudar a su amigo Herman Black, ya le advirtió que aquél asunto no podía acabar bien. Pero él, desoyendo sus consejos, continuó con aquella farsa. El tiempo había demostrado que el que Timothy consideraba su mejor amigo, resultó ser un cobarde. Un irresponsable sin sentido del deber, que no dudó en embarcarse en el puerto de Southampton y huir rumbo a Nueva York en cuanto Jane le comunicó que iba camino de Londres dispuesta a conocerle en persona y formalizar el compromiso.
—Jane tiene un corazón enorme, creo que subestimas su capacidad para perdonar —insistió Scrooge.
—No creo en los milagros —zanjó Timothy dándole la espalda.
Scrooge contempló como el joven se alejaba hacia el otro lado del salón en busca de un grupo de invitados. Al anciano no le pasaron desapercibidas las miradas furtivas que entrecruzaban él y la bella escocesa. La expresión de Timothy reflejaba un tormento interior, con toda seguridad fruto de los remordimientos. En cambio, la mirada tímida de Jane, reflejaba azoramiento y algo que Scrooge no había olvidado: aquellos ojos eran los de una mujer apasionada.
Apoyado en su bastón, estudió a Timothy de arriba abajo recordando a aquél niño enfermizo condenado a una muerte temprana... ¿Y era él quién no creía en los milagros? ¡Qué equivocado estaba! El anciano decidió demostrarle que sólo la magia de la Navidad tiene el poder de convertir en realidad los buenos deseos y hacer posible cualquier milagro.
Al otro lado del salón, Jane escuchaba sin demasiado interés la divertida conversación que mantenía la esposa de Fred con algunas de sus invitadas. Con disimulo miró a Timothy Cratchit; él pareció percibir su escrutinio y giró la cabeza. Sus miradas se encontraron y Jane desvió la vista azorada al notar que empezaba a ruborizarse. Se sentía confusa y arrepentida; se estremecía cada vez que recordaba el cálido placer de los labios de él sobre los suyos… Nunca debió ceder a la tentación de sus besos, y se odiaba a sí misma por su propia debilidad, por haber caído en brazos del mejor amigo de su prometido. Estaba segura de que el señor Cratchit tendría un pésimo concepto de ella por su actitud libertina.
¡Maldito destino! Amaba a Herman Black, pese a haberla abandonado casi a las puertas del altar. Mientras permanecieron separados, él en Londres y ella en Escocia, logró adueñarse de su corazón con decenas de cartas llenas de ternura. La había humillado ante todo Londres y aún así lo amaba.
Pero Timothy Cratchit despertaba en ella un sentimiento desconocido, una atracción que la encendía por dentro. La mortificaban los remordimientos, porque a pesar de amar al hombre equivocado, soñaba con la magia de sus besos.
Con ayuda de su bastón, Scrooge se aproximó hasta Jane y la joven, al verlo llegar, le dedicó una amplia sonrisa. Aquél hombre que durante años cultivó fama de avaro y mezquino, se había convertido en un anciano adorable.
—Estamos en Navidad señorita Jane, es tiempo de alegría. ¿Cuál es la causa de tanta melancolía? Quizá… —sugirió mirando a Timothy.
La joven parpadeó avergonzada; Scrooge la tranquilizó con una sonrisa cómplice.
—Imagino que conoce mi situación—dijo Jane bajando la vista—, se que todo el mundo habla de ello. ¡El señor Cratchit ha sido tan amable conmigo!
—Un gesto de caballerosidad que le honra —aseguró entornando los ojos—. E imagino que se ha esforzado en consolarla.
Jane fijó la vista en sus guantes completamente ruborizada y Scrooge sospechó que las atenciones de Timothy hacia la muchacha habían sido mucho más que de un par de besos inocentes.
—Jane, créame, no debe arrepentirse de nada —aseguró para tranquilizarla—. Y no dedique ni uno de sus pensamientos a ese sujeto miserable. Él no la merecía.
—Olvidar al señor Black no será tan sencillo, señor Scrooge —murmuró con un suspiro.
—¡Si apenas se conocían! —refunfuñó.
—Se equivoca. Su comportamiento ha sido imperdonable, pero nunca podré olvidar todas y cada una de las palabras que me escribió en sus cartas.
—Es usted muy joven Jane —añadió—, y tan inocente… ¿Usted cree que de haber sentido todo el amor que le expresaba en esas cartas habría huido de usted?
La joven alzó el rostro angustiada; empezaba a sospechar que había sido víctima de un engaño.
—¿Qué quiere decir? ¿Cree que me mintió todo el tiempo?
—Tal vez —aventuró rascándose la barbilla—. Juraría que esas cartas las escribió otra mano…
Jane apretó los labios para ahogar un sollozo. Notó que se los ojos se le llenaban de lágrimas y murmurando una breve disculpa se alejó a toda prisa. Scrooge se sintió culpable al verla abandonar precipitadamente la estancia por una de las puertas de salida al balcón. Pero a pesar de ello, esbozó una sonrisa triunfal cuando vio que Timothy corría tras ella con semblante desolado. «Y ahora, a esperar que suceda el milagro», pensó mirando hacia el balcón con picardía.
Jane trataba de serenarse con ambas manos apoyadas en la balaustrada del balcón. Cuando oyó que la puerta se abría a su espalda, giró la cabeza y se secó las lágrimas a toda prisa a fin de mantener la compostura.
—Señor Cratchit…
—Señorita McRee, permítame —murmuró quitándose la chaqueta para cubrirle los hombros—. Quiero que sepa que abomino del comportamiento imperdonable de Herman Black.
—Gracias —susurró ella en voz baja—. El primo Fred ha sido tan amable brindándome su hospitalidad. Comprenda lo bochornoso que sería para mí regresar a Escocia y…
—Señorita… ¡Oh, Jane! Esto es absurdo —protestó con un suspiro de impotencia—. No podemos guardar las formas de este modo después de todo lo que hemos compartido… —susurró abrazándola por detrás.
—No… no estuvo bien —titubeó arrepentida.
—Cada vez que pienso lo que estás sufriendo por culpa de ese desalmado… sería capaz de matarlo con mis propias manos —masculló con ira contenida.
Notó que se ella se agitaba por los sollozos, y haciéndola girar entre sus brazos, la abrazó con fuerza. Jane recostó la cabeza sobre su pecho sin poder contener el llanto.
—Jane, permite que cuide de ti —murmuró apoyando la mejilla en su cabeza—. Me atormenta pensar que no sientes nada por mí, que todo tu amor pertenece a Black. Pero me conformaré con lo que estés dispuesta a darme. Por favor, cásate conmigo y me harás el hombre más feliz de la tierra.
—No puedo —sollozó—. No sería justo.
—No te pido que me ames.
—No lo entiendes —le explicó más serena.
Timothy sacó un pañuelo de su bolsillo y le secó las lágrimas con delicadeza. Ella alzó el rostro para mirarle a los ojos.
—Acabo de descubrir que he sido víctima de una broma abominable por parte de ese hombre y de alguien que se prestó a colaborar en el engaño. Ahora tengo la certeza de que no fueron suyas ni una sola de las palabras que lograron conquistar mi corazón.
—Jane, debes saber…
—No sería justo para ti que aceptara ser tu esposa, cuando estoy enamorada de un desconocido que me dedicó las cartas más maravillosas que una mujer pueda soñar.
Timothy se quedó sin aire, la abrazó con muchísima fuerza; Jane podía sentir los latidos acelerados de su corazón en su mejilla.
—Jane, ¿estás segura de amar a ese hombre?
—Con todo mi corazón —sollozó de nuevo.
—¿Tanto como para perdonar? —ella alzó el rostro y lo miró perpleja; él respiró hondo antes de continuar—. ¿Y si ese hombre no hubiese mentido? ¿Si todo lo que decían las cartas fuera cierto?
Jane le tapó la mano con la boca para impedir que continuara hablando. Durante unos segundos se olvidó hasta de respirar; no podía apartar sus ojos de los de él. Retiró la mano de su boca y acarició su mejilla.
—Si todo lo que decían las cartas era verdad —logró decir por fin—; no se trataría de un engaño. ¿Tú…? —él asintió en silencio, y ella exhaló todo el aire contenido en sus pulmones—. ¡Debería abofetearte!
Pero en lugar de cumplir con su amenaza, se abrazó muy fuerte a él, escondió el rostro en su pecho y comenzó a reír con suavidad.
—Jane, Herman nunca ha sido un hombre paciente —le explicó—. Me rogó que le ayudara a redactar las cartas que te enviaba con la excusa de que no sabía cómo cortejar a una mujer. Supongo que al principio le pareció divertida la idea de la seducción, pero nunca estuvo dispuesto a asumir un compromiso.
—Maldito embustero —masculló furiosa, pero extrañamente feliz— y maldito tú también.
—Lo que empezó como un juego, pronto se convirtió en algo demasiado serio para mí. Ansiaba recibir tus cartas y lo único que me mantenía cuerdo era poder compartir contigo todo lo que tengo aquí dentro —dijo llevándose la mano de ella a su pecho—. Cuando llegaste de Escocia sólo podía pensar en tenerte aunque fuera una vez, en besarte hasta robarte el aliento, en acariciarte una y mil veces.
—¿Y no se te ocurrió pensar cuánto sufría yo? ¡Me atormentaban los remordimientos!
—¿Por qué? —preguntó sinceramente sorprendido.
—Acababa de romper mi compromiso —alegó incómoda—. Y desde la primera vez que te vi, la pasión se impuso a mi voluntad y me dejé dominar por el deseo —confesó en voz baja—, con un descaro que escandalizaría...
Él le tomó la barbilla y la miró a los ojos.
—¿Deseo? —preguntó en tono íntimo.
Ella asintió con la cabeza. Timothy la atrajo por la nuca y se apoderó de su boca abriéndole los labios con codicia, buscando la caricia de seda de su lengua, loco por saciarse de ella, de su sabor. Cuando por fin se separaron, se miraron a los ojos con la respiración agitada y él apoyó su frente en la de ella.
—¿Seguro que todo en esas cartas era cierto? —preguntó Jane.
—Cada palabra.
—Dicen que los ingleses prefieren a las mujeres de cabellos oscuros —dijo dudosa—. ¿Es cierto que adoras…?
—¿Tus «rizos de fuego»? —recordó con media sonrisa lo que había escrito en una de las cartas.
—¿Y las pecas sobre mi nariz?
—«Polvo de estrellas» —recordó también en voz baja—. Y ahora, dime que te casarás conmigo.
—Sí —susurró.
Ella le rodeó el cuello con los brazos para devorarse con un beso largo y sensual.
—Puedo oír tu corazón —dijo Jane acariciando su pecho.
—«En mi interior un volcán» —recordó Tim de nuevo las cartas besándola en el cuello.
—«Y yo lava pegada a ti» —continuó ella, cada vez más osada.
—¿A quién amas, Jane? —le mordisqueó la mandíbula.
—A ti.
La boca de él inició un sensual recorrido a lo largo de su cuello.
—Porque yo te amo con desesperación —confesó sin dejar de besarla y notó que ella se estremecía entre sus brazos—. «Siempre mía, Jane» —murmuró buscando su boca—, «yo dentro de ti y tú…»
—«…para siempre en tus brazos prisionera» —susurró en sus labios antes fundirse en el más apasionado de los besos.
Felices fiestas y que la magia de la Navidad haga que se cumplan todos vuestros buenos deseos.
martes, 22 de diciembre de 2015
Mi relato en New York City Informer
Impresionada me he quedado. The New York City Informer se hace eco en su sección de noticias locales de mi relato LA CHICA DE LA ISLA, ambientado en parte en Manhattan, que obtuvo el premio al Mejor Relato del Año 2011 y se publicó en el número inaugural de la Revista Entropía, relatos ilustrados.
Más información pinchando aquí.
¿Quieres leer el relato y saber quién fue y qué fue del amor, desamor y... de aquella cocinera de París? Pincha en este enlace.
REGÁLAME PARÍS oferta Navidad Amazon Kindle 70%
Para celebrar la Navidad, ¿qué mejor que un viaje imaginario a la maravillosa París?
Ahora puedes conseguir REGÁLAME PARÍS al 70% de su precio en la tienda Kindle de Amazon, gracias a la oferta navideña. Recuerda que la oferta dura hasta el 10 de enero.
Pincha aquí y disfruta de esta romántica y divertida novela, Premio Dama 2013 a la Mejor Novela Romántica Actual.
sábado, 19 de diciembre de 2015
Nominada a los Premios Chick Lit España 2015
Un año más... ¡¡Gracias, gracias, gracias!! Qué alegría, porque estar nominada ya supone un premio en sí.
Acabo de llevarme la feliz sorpresa de verme nominada a los Premios Chick-Lit España 2015:
SI TE QUEDAS EN ESCOCIA
nominada para Mejor Novela Chick-Lit 2015
OLIVIA ARDEY
nominada para Mejor Autora Chick-Lit 2015
Si quieres votar para escoger a los ganadores, puedes hacerlo de dos maneras:
- Mediante un comentario en la entrada de los premios, debajo de la lista de nominados (pincha en este enlace)
-Enviando tu voto por email a esta dirección premioschicklit@hotmail.com
Quiero felicitar a todas mis compañeras y compañeros nominados, y en especial a dos de mis editoras, Zafiro de Grupo Planeta y Ediciones Versátil, ambas nominadas en la categoría a Mejor Editorial 2015.
Felicidades, Megan Maxwell, Elisabeth Benavent, Connie Jett, Isabel Keats, José de la Rosa, Lena Valenti, Elena Montagut, Laura Nuño, Paloma Aínsa, Lorraine Cocó, Silvia G. Ruiz, Raquel Estruch, Maite Esteban, Carla Crespo, Cristina Prada, Anna García, Loles López, Ana Álvarez, Estefanía Nann, Norma Estrella, Elisabeth da Silva, Marta de Diego, Olga Salar, Kris L. Jordan, Mar Carrión, Arwen Grey y Sandra Parejo, porque las alegrías compartidas son las que saben mejor.
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Sorteo internacional TÚ DE MENTA Y YO DE FRESA en Divinas Lectoras
¿Quieres ganar mi novela corta TÚ DE MENTA Y YO DE FRESA en ebook? El Grupo Facebook DIVINAS LECTORAS ha organizado un sorteo para celebrar el lanzamiento internacional en edición digital por Zafiro (Planeta).
Pincha en el enlace y ¡suerte!
Y si no ganas el sorteo, sigues teniéndolo a un precio de auténtico regalo. Disponible en Amazon, iTunes, Google Play y todas las librerías digitales por sólo 0'94€ o 1'04$.
En Italia se hacen eco de la narrativa romántica española
La revista italiana CUÉNTAME, especializada en narrativa española contemporánea, publica un artículo que, con el título "Le storie d'amore non finiscono mai", hace un repaso a las últimas novedades de género romántico publicadas en España.
Y tengo el honor de verme citada junto a varias compañeras escritoras de la talla de Megan Maxwell, Noelia Amarillo, Elisabeth Benvent, Noe Casado, María Martínez, Silvia Barbeito o Elena Montagut.
El artículo hace un repaso a las nuevas tendencias de género romántico que se publican en nuestro país. También destacan UNA CHICA CON ESTILO, mi novela más reciente.
Agradezco a Matteo de Giulio las palabras que me dedica, diciendo que intento escapar de los esquemas y relanzar el género más allá de sus clichés con esta historia de amor y acción ambientada en la Nueva York de los años 20.
Lee en este enlace el artículo completo
martes, 15 de diciembre de 2015
Ya en ebook TÚ DE MENTA Y YO DE FRESA en todas las plataformas digitales
Hoy por fin es el lanzamiento internacional en ebook de mi novela corta TÚ DE MENTA Y YO DE FRESA con nueva portada. Gracias a Zafiro-Grupo Planeta, puedes conseguirlo por 0'94€ o 1'04$.
SINOPSIS:
Enamorarse no entra en los planes de Jaime Ferrán. Soltero, independiente y con un hijo de siete años que es todo su mundo, no imagina que Belisa, esa compañera de trabajo callada y discreta con la que coincide cada mañana en la piscina de un gimnasio, está a punto de irrumpir en su vida para romperle los esquemas.
A veces el amor ataca por sorpresa y, en esta ocasión, por culpa de un encontronazo bajo el agua, Jaime descubrirá que Belisa esconde un fiero carácter. Él la desafía con su sonrisa seductora y su actitud irónica, sin darse cuenta de que corre el peligro de rendirse a la pasión y el deseo que esconde en sus ojos azules.
lunes, 14 de diciembre de 2015
¿Conoces mi Página Facebook de escritora?
Como los dos grupos de lectoras que existen en Facebook desde hace años son cerrados, he dedicido crear una página Facebook de escritora donde encontrarás todos mis libros, sinopsis, novedades, noticias e información referente a mis novelas, concursos, eventos, firmas y publicaciones.
Si quieres conocerla, pincha aquí
Y si quieres interactuar con otras lectoras amigas, aquí tienes el enlace a los dos grupos:
FANS DE OLIVIA ARDEY
LAS CHICAS HAPPYS DE OLIVIA ARDEY
domingo, 13 de diciembre de 2015
Sorteo expres UNA CHICA CON ESTILO en My sexual shop
Sorteo relámpago. Tienes de tiempo hasta el miércoles 16 de diciembre a las 24.00 h, hora española.
El premio:
* Libro en papel “UNA CHICA CON ESTILO” de Olivia Ardey.
* Conjunto donuts "UNA CHICA CON ESTILO" formado por pendientes, anillo y colgante creados por Celeste Serra para la presentación de este libro.
* Selección de sobres monodosis de lubricantes sabores: Chocolate, fruta de la pasión, leche de coco y frutos rojos.
* Estimulador con vibrador azul.
Creo que es un súper regalazo para estas navidades.
viernes, 11 de diciembre de 2015
Nominada a los Avenida Premios 2015
La revista literaria juvenil LA AVENIDA DE LOS LIBROS ha convocado los Premios Avenida 2015.
Y gracias a los twitts de los lectores, estoy nominada en dos categorías:
UNA CHICA CON ESTILO nominada a Mejor Novela Autoconclusiva 2015
OLIVIA ARDEY nominada a Mejor Autora Romántica 2015
Si quieres votar tus autores, libros y blogs favoritos, debes hacerlo twitteando como en el ejemplo, sin olvidar el hashtag de los premios seguido de GANAR:
Voto a @pepitoperez para ser mejor autor de este año #AvenidaPremios2015 GANAR
En este enlace puedes ver la lista de todos los nominados. Mucha suerte a todos mis compañeros escritores, bloggers, ilustradores y editores.
Mi felicitación a La avenida de los libros, que logró ser trending topic España en Twitter con un hastag literario. Y, por supuesto, mi enhorabuena al resto de nominados porque estas alegrías compartidas son la sal de la vida... literaria.
jueves, 10 de diciembre de 2015
Premi Valors 2015 a ASPANION, Asociación de padres de niños con cáncer
Por segunda vez he tenido la alegría de participar en la entrega del Premio Valors. La primera fue hace dos años en La Cañada y en esta ocasión tuve el honor de dar el discurso de entrega del Premi Valors 2015, que este año concedió el Grupo Scout IWANA a la Junta Local de ASPANION de Catarroja (Valencia), la asociación de padres de niños con cáncer.
Y una vez más me pregunté ¿por qué yo? ¿Qué he hecho yo de especial para formar parte de una ceremonia que premia algo tan bonito como es el ser buenas personas? Supongo que, a demás de ser scout desde los ocho años, que ya ha llovido, los organizadores pensaron en mí porque me dedico a escribir libros amables, con final feliz, que transmiten optimismo.
Los scouts siempre decimos que la verdadera felicidad consiste en hacer felices a los demás. Yo lo intento a través de esos instantes de felicidad que nos regala la lectura de un libro. Y por eso nos reunimos en la Casa de Cultura de Catarroja el pasado sábado 21 de noviembre, porque ASPANION se dedica a hacer un poquito más felices a las personas que tiene a su alrededor.
Quiero hacer especial mención, y expresar mi admiración personal, a los miembros de ASPANION que, una vez superado el cáncer, se dedican a concienciar y dar apoyo a los niños enfermos y a sus padres. El mensaje y ejemplo de positividadde estos chavales es un regalo que no tiene precio.
El acto contó con la presencia del Alcalde de Catarroja, el presidente de la Federación Scouts Valencians y de la presidenta de Scouts de Catarroja. Quiero dar las gracias también al Grupo Scout IWANA por el detalle que tuvieron conmigo, recibí un regalo entrañable: una barca de vela latina, la nuestra, tan típica de Catarroja y los pueblos que rodean la Albufera. La conservaré siempre como un precioso recuerdo de ese día.
Ser scouts desde pequeños nos enseña lo que es la superación personal, que nos convierte en adultos autónomos y capaces de encarar la vida con valentía y una sonrisa. Justamente por eso quiero felicitar a Iluminada Sabido y a todas las personas que forman parte de la Junta Local de ASPANION en Catarroja. Enhorabuena por este premio y gracias de corazón por ser un ejemplo a seguir. Gracias por enseñarnos a todos que, incluso en los momentos más complicados, hay que sonreírle a la vida.
Si conoces a alguien a cuyo hijo hayan diagnosticado cáncer y necesite apoyo, información, asesoramiento o consejo, no dudes en facilitarle los datos de la asociación:
Junta local ASPANION en Catarroja. Información Ayuntamiento de Catarroja
ASPANION web
Sede Valencia
Calle Isla Cabrera, 65 bajo 46026 Valencia Tel: 96 347 13 00 Fax: 96 348 27 54 E-mail: valencia@aspanion.es
Sede Alicante
Avda. Pintor Baeza, 5 portal 9 – 1º D 03010 Alicante Tel: 96 591 03 78 Fax: 96 524 59 56 E-mail: alicante@aspanion.es
miércoles, 9 de diciembre de 2015
La Nueva York de mis novelas 100 años después
Nov 2015. Delicias y secretos en Manhattan en lo alto del Empire State
En 2013 tuve la suerte de viajar a Nueva York. Y lo hice con un ejemplar de DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN en la maleta. Con el libro hice fotografías en muchos de los escenarios reales que aparecen en la novela. Fue una gozada comprobar que estaban allí, tal como yo los había imaginado, con la ayuda de daguerrotipos y mapas de la época.
Ahora son varios los lectores y lectoras que han paseado mis libros por esa inigualable isla de Manhattan. Quiero dar las gracias a Mari Díaz, Toñy Díaz, Rafa Montero y Amparo Grafía por este estupendo reportaje gráfico con mis novelas en Nueva York, un siglo después de esos felices años 20 en los que transcurren las novelas. Un recuerdo que conservaré de por vida.
Nov 2015. Biblioteca Pública de Nueva York, imposible no rememorar las inolvidables escenas de la película "Day After".
Nov 2015. Delante del OPAC de la Biblioteca Pública de Nueva York, el catálogo de acceso público en línea que desde hace décadas sustituye a los antiguos ficheros bibliográficos.
Nov 2015. UNA CHICA CON ESTILO en Little Italy, el barrio que tantas veces recorren el comisario Ray Donnelly y Helen McKerrigan.
Sept 2012. En esta esquina justo, en el cruce entre las avenidas 3ª y 4ª, donde arranca la calle Bowery, se ubicaba en la ficción el Hotel Taormina de DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN. En los planos de la época figuraba como zona arbolada y así continúa 100 años después.
El 15 de Park Row que se ve en la imagen, en pleno distrito financiero, era el rascacielos más alto de NY en 1919, aunque erróneamente se suele creer que en esos años el más alto era el Flatiron. Por eso Éride Ediciones le hizo un homenaje especial en la tipografía de la portada.
Nov 2015. En el corazón de Manhattan
Sept 2012. Gran Central Terminal (NY), estación del Midtown Manhattan donde se producen dos importantes reencuentros para Laura. Primero con Kenneth y después con su padre. Curisidad: el arquitecto fue el valenciano Rafael Gustaviano.
Sept 212. Puente
Bown, Central Park. El lugar preferido de Phillip, donde le gustaba
escuchar a los pájaros y otros muchos sonidos que la ceguera le había
enseñado a apreciar.
Sept 2012. Puente
de Brooklyn. Justo debajo de uno de los pilares que lo sostiene, tuvo
lugar una escena hot entre Laura y Kenneth dentro del Lincoln, su
adorado coche.
Nov 2015. Ante la fachada y en el interior de la Public Library of New York. ¿Qué mejor sitio para un libro que la biblioteca de la ciudad donde transcurre su historia?
Nov 2015. En lo alto del Empire State, rascacielos que aún no se había construido en la época en que transcurre la historia. La foto ofrece uyna maravillosa vista de la isla de Manhattan y la orilla de Nueva Jersey al otro lado del río Hudson.
Nov 2015. El libro infiltrado en la Biblioteca de Manhattan, que está muy cerquita de la Central de Nueva York que sale en las fotos anteriores. Desde aquí doy las gracias a Rafa y Amparo, y a los bibliotecarios que colaboraron amabilísimos para realizar estas fotos "infiltrando" mi novela entre las novedades románticas y recomendados.
Nov 2015. En plena Quinta Avenida, cruce con la Calle 37
Nov 2015. UNA CHICA CON ESTILO, en el ferry que va a Staten Island, con la estatua de la Libertad al fondo.
Sept 2012. Delmónico's,
inaugurado en 1827, se considera el restaurante más antiguo de los
Estados Unidos. En la puerta fue donde conoció Greg a Annette.
Sept 2012. Los
emigrantes españoles en Nueva York tienen una importante presencia en
DELICIAS. "Gracias a ellos, en muchos rincones de la ciudad eran
populares los guisos de cuchara, el aguardiente de orujo, la tonadilla y
los churros". Foto de recuerdo en la puerta de La Nacional-Centro Español NY,
en la calle 14 oeste, el corazón de la que fue la Little Spain y que ya
ocupaba el mismo edificio en los años en que transcurre DELICIAS. Hace
mucho que tengo contacto con ellos gracias a facebook y conservan en su
biblioteca un ejemplar dedicado de mi novela. En ese rinconcito de
España en Manhattn nos recibió con mucho cariño Roberto Sanfiz.
¿Quieres ver más fotos de mis libros por el mundo?
DELICIAS Y SECRETOS... en la Manhattan del siglo XXI, un paseo por los escenarios reales de la novela.
Álbum facebook Novelas Viajeras, más de 480 fotografías en diversos ciudades, países y rincones del mundo.
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