Los hombres de uniforme tienen un no sé qué, un atractivo añadido para muchas lectoras y lectores.
He podido constatarlo con Javier, secundario de lujo muy querido por las lectoras, de mi novela BÉSAME Y VENTE CONMIGO.
Y creo que ese morbo de las novelas protagonizadas por Navi Seals, policías, militares, pilotos y todos los cuerpos de seguridad reside en ese aire de protector, en su carácter fuerte, en lo bien que sienta el uniforme o quizá en que leemos página tras página fantaseando con la hora de quitárselo despacio... o a toda prisa.
Pero las mujeres no se quedan atrás. El juego que da desabrochar unas botas militares y un cinturón con hebilla de acero, como le ocurre a Diego y la guardia Vanesa. Porque en DOCE CAMPANADAS Y UN BESO es la chica la uniformada.
Ahora puedes leerlas en un solo volumen, dos libros en uno, gracias a Ediciones Versátil que cumple así el ruego de muchísimas lectoras que querían ver DOCE CAMPANADAS Y UN BESO en papel.
¿Un bocadito para abrir boca?
—A algunas nativas
no les gusta confraternizar con forasteros —lo interrumpió—. Al final, todos se
acaban marchando.
—¿Por eso no tienes
pareja? —preguntó sin apartar la atención de la carretera.
—¿Y tú que sabes?
Javier esbozó una
sonrisa.
—Los cotilleos
llegan hasta la Casa
Cuartel.
—Pues sí, ese es el
motivo —reconoció Susana—. No llevo bien los amores a distancia.
—Yo tampoco. Mi
última relación fracasó precisamente por eso.
—¿Hace mucho?
Él giró el rostro y
la miró a los ojos.
—Una eternidad.
Tanto duró la mirada que Susana tuvo que pedirle
que pusiese atención en la carretera... Consigue el doble volumen en Amazon, librerías y centros comerciales.
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