Es la primera vez que hablo de la novela que estoy escribiendo en este momento. Rara vez lo hago, ya conocéis mi particular manía de no hacerlo hasta que los manuscritos no están en imprenta.
Pero hoy ha llegado a mí esta imagen y la casualidad parece magia. Ni en sueños habría encontrado fotografía mejor ni frase más perfecta que describiera lo que siente mi protagonista, frente a la torre Eiffel y ese cuaderno donde anota tantas y tantas cosas sin saber muy bien con qué fin (ya lo averiguaréis. Y ella también)
Ese nunca quiero irme a casa dice tanto... Estoy deseando terminarla, con esa pena que me da dejar de vivir día a día con él y con ella. Es el momento agridulce del trabajo concluido, porque cuando todo cobra vida es hora de poner la palabra fin.
Cruzo los dedos y espero que antes de fin de año esté en vuestras manos.
5 comentarios :
París, que escenario tan mágico. La verdad es que es poquito lo que nos has contado, pero me gusta como suena =)
Besitos ^^
Sí, Mar, hay ciudades con una magia indiscutible y París es una de ellas. Un beso.
Hola linda!
Qué emocionada debe estar! Cuando te encuentras algo que se SIENTE como uno o tu mundo o personajes, llega tanto al alma, verdad?
Le mando ambrosía para tu musa, para que sigue fuerte y lista, y puedan terminar pronto el manuscrito.
Saludos!
Gracias por la visita, reguapa! Un beso.
Creo que todo el que ha ido a París ha sentido eso en algún momento. París es todo, es esa luz, y ese viento, incluso ese frío que tiene algo de especial si estás a la sombra de Notre Dame, o paseas junto al río o miras la puesta de sol sobre uno de sus puentes... París es la ciudad más mágica en la que he estado. Tuvimos un flechazo nada más vernos, hace ya muchos años, y reanudamos nuestro idilio siempre que tengo ocasión.
Y no creo que sea fácil capturarla en una novela, ¿eh? Gran misión ;)
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