Un año más, he tenido el placer de participar en el Salón del Autor 360º que se celebró en Valencia el pasado fin de semana.
Cada edición mejora y se afianza como uno de los eventos españoles punteros dirigido a los profesionales del sector del libro: escritores, editores, ilustradores, agentes, correctores, diseñadores gráficos. Y por supuesto para todo aquél que quiera iniciarse en la aventura de escribir y quiera conocer los aspectos más técnicos del oficio.
Un espacio en el que también se aborda la fundamental faceta creativa de la escritura, con talleres temáticos que recomiendo.
Como no podía ser de otro modo, el Salón del Autor 360º está abierto a la participación de los lectores, pilar que sostiene la literatura.
En esta ocasión, me invitaron a moderar la Mesa temática dedicada a los CLUBES DE LECTURA, donde contamos con Juana Espín (bibliotecaria de Biblioteca Municipal La Petxina, Valencia y escritora), con Elena Martínez Blanco (escritora y libera de Libería Serendipias de Tres Cantos, Madrid), Almudena Amador (librera de Librería Ramón Llull de Valencia) y con Aurora Rapún (bibliotecaria de la Biblioteca Municipal de Massamagrell, Valencia). Cuatro estupendas mujeres apasionadas de los libros que compartieron sus experiencias con los asistentes.
En cuanto al público, mi aplauso agradecido ya que la sala se encontraba llena a pesar de los intempestivo de la hora.
Allí comentamos que los clubes de lectura están de moda, aunque tienen más de cien años de historia. Sucede que en el s. XXI han "salido del armario", o lo que es lo mismo, ya no se viven como una actividad exclusiva para eruditos. Los clubes de hoy son integradores, democratizan la literatura, no tienen edad y se dejan ver.
Entre el amplio abanico de clubes, los hay temáticos, especializados, generalistas, y también específicos para personas con distintas capacidades. Iniciativa ésta que está en marcha en las bibliotecas públicas, como espacios inclusivos e integradores.
Los buenos libros no tienen edad, los clubes de lectores tampoco. Elena Martínez Blanco nos contó su experiencia con niños y adultos, ya que en la Librería Serendipia cordina cinco clubes de todas las edades.
Destacamos también la importancia de las redes sociales. Los clubes se publicitan, anuncian sus reuniones, comparten sus impresiones y además son una excelente manera de socializar. Sus integrantes acaban formando un grupo de amistad que se va de cena y comparte mucho más que una lectura común.
Además, las redes han supuesto una innovación que los bibliotecarios han sabido aprovechar. Hoy día existen clubes de lectura virtuales, como el de la Biblioteca Tomàs Vicént Tosca de Valencia, que facilitan comentar los libros a cualquier hora y desde cualquier lugar del mundo. Ideales para quienes como yo, por problemas de horario, no podemos asistir a las habituales reuniones presenciales.
Tratamos también las ventajas que los clubes aportan a escritores y editoriales, que son muchas y muy enriquecedoras.
Os invito a participar en uno de ellos, la experiencia os sorprenderá. Existen Clubes de Lectura en la mayoría de las bibliotecas públicas, en librerías e incluso en Facebook.
Tuve muy poco tiempo, apenas dos besos, para compartir con compañeras escritoras románticas y lectoras a las que tengo gran cariño. Y me llevé una grata sorpresa al ver allí al director del programa literario Menudo Castillo, de Radio 21 Sierra Oeste de Madrid. Javier Fernández Jiménez es una excelente persona; me apoyó cuando nadie me conocía, algo que nunca olvidaré.
No puedo acabar esta crónica sin felicitar al equipo organizador del Salón del Autor 360º. Bravo por su excelente trabajo.
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