Los pasados 24, 25 y 26 de junio celebramos un San Juan inolvidable. Como es tradición en la costa, a pie de playa. Y es que la villa de
Benicassim se convirtió en el marco de la
I Feria Nacional de la Novela Romántica.
Una edición fabulosa, que nos dio la oportunidad de compartir charla y amistad con compañeras escritoras, editores y lectoras, y que espero de corazón que se convierta en una tradición instituida como una cita anual para todas las personas que disfrutamos con el género romántico. Yo, como sólo estuve durante la primera jornada, coincidí con mis compañeras
Teresa Cameselle,
Ditar de Luna, Bela Marbel y
Ana Iturgáiz, con pesar porque fueron muy poquitos los ratos que pudimos compartir. El año que viene espero que sean más. Lo mismo digo de Ana y Nini, venidas desde Madrid y Barcelona, ¡qué poquito pudimos charlar!
De la mano del escritor
Juan Bolea, que ejerció como maestro de ceremonias, las lectoras venidas desde Valencia, Castellón e incluso lugares tan lejanos como León, Galicia, Madrid o Almería, pudieron disfrutar de un programa interesantísimo. Mesas de debate, cafés literarios, coordinados por la escritora de la tierra
Yolanda Quiralte, y actividades lúdicas que amenizaban las sesiones.
Un aplauso con ovación para la organización del evento, que a mi juicio es un modelo a seguir.
El hotel
Voramar fue el lugar perfecto y el paseo marítimo, con sus villas años 20, un lugar de encuentro donde disfrutamos, yo entre ellas, de un cambio de look, gracias a la peluquería patrocinadora y el maquillaje de la fima
Mary Kay.
Por motivos familiares, sólo puede estar presente el viernes 24. Tras la mesa redonda que compartí con
Marisa Tonezzer (Ediciones B),
Consuelo Olaya (Ediciones Versátil),
Esther Escoriza (Editorial Planeta) y mis compañeras las escritoras
Megan Maxwell,
Lucía de Vicente y
Ruth Lerga, presenté mi nueva novela
UN VERANO EN LA PROVENZA.
Después hubo firma de ejemplares en las carpas de la
Librería Argot, desplazada desde Castellón para el evento.
Tras una entrevista de radio en
Onda Cero, junto a la alcaldesa de Benicassim y mi compañera la escritora
Perra de Satán, asistimos a la cena en el restaurante
Villa del Mar. Sitio con encanto que os recomiendo encarecidamente porque se cena de maravilla y el ambiente en el jardín, a orilla del mar, es fantástico.
Antes de sentarnos, fuimos recibidas con copas de champán francés que patrocinaba la Feria. A los postres hubo sorteos y yo tuve la suerte de ser agraciada con una cena para dos en el Villa del Mar. Estoy deseando volver a Benicassim y no soy la única.
Tan buen sabor de boca nos ha dejado esta Feria, donde la narrativa de nuestro género ha sido tratada con tanto esmero, por medios de comunicación, asistentes y organización, que con ganas esperamos la del 2017.