Pues sí, ellos son. No dejo nunca de escribir, salvo los parones obligados por los viajes, firmas y Ferias del Libro. Pero con ellos estoy por la Nueva York de 1920. Y es que, aunque nunca he querido escribir sagas, siempre me quedó la espinita: Helen McKerrigan-Montero fue la única en
DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN que se quedó sin su final feliz.
Pronto os hablaré de ellos, ¿qué me decís? A mi me parece que tienen una química increíble, así lo percibo mientras escribo su historia.
Oh, qué bien, Olivia. Me encanta que escribas sobre ellos, Delicias es de tus novelas la que más me gusta junto a Dama de tréboles :)
ResponderEliminarUn beso
Me gusta que te guste, Natalia. Un beso y gracias por la visita.
ResponderEliminarAiss que ganas de leerlo, me encantan Delicias y secretos de Manhanttan
ResponderEliminarEspero que te enamore tanto como DELICIAS. Un beso
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