Por fin he podido conocer a los miembros de la peña española Los de Pata Negra de Pittsburgh.
La amistad con ellos se remonta al 2010, cuando escribía DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, reeditada el mes pasado por Ediciones Versátil. Una novela que es en buena parte un homenaje a los emigrantes, aquellos que a principios del siglo XX partieron de su tierra y lo dejaron todo en busca de una vida mejor. Esta encantadora peña española, que mantienen nuestras costumbres y tradiciones en la lejana Pensilvania, me inspiraron esa parte de la historia.
Estos amigos me ayudan siempre que tengo dudas con frases en inglés en mis libros. Hace unos días vinieron a Valencia, charlamos, me contaron el romántico cómo se conocieron y, como yo nací en Alemania hija de la emigración de los años 60, me trajeron unos pretzel bañados en chocolate (en Pittsburgh la colonia alemana tiene mucha representación), además de una bandera de los Estados Unidos, el país cuya historia y tradiciones me fascina y en el que he ambientado dos de mis novelas.
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