jueves, 13 de mayo de 2010

PURO FAR WEST


Hay regalos que agradecemos con la boca pequeña, otros nos sorprenden, la mayoría nos llenan de ilusión, pero muy pocos alcanzan la categoría de inolvidables. Yo recibí uno de esos el mes pasado; obsequio que debo agradecer a mi familia que lo puso en mis manos, pero sobre todo a Javier Pizarroso, editor de MONO AZUL EDITORA y a Javier Lucini, traductor y prologuista de esta joyita literaria que es PURO FAR WEST.
De Javier Lucini, que guarda en Nevada su corazón y su sombrero, os diré que es el ganador del Premio de Literatura de Viajes Camino del Cid con el libro APACHERÍAS DEL SALVAJE OESTE. De Jabo Pizarroso -¿hay oficio más romántico que el de editor de vocación?-, nunca olvidaré que fue la primera persona que apostó en serio por mi novela DAMA DE TRÉBOLES, que como sabéis es la primera novela romántica histórica ambientada en el Oeste americano escrita en español que se publica en España.
Esta antología de cuentos ambientados en el lejano Oeste forma parte de la colección Vuelapluma, y es un homenaje a la época más apasionante de la historia de los Estados Unidos y al irrepetible O’Henry, maestro de maestros.
O’Henry sería un digno protagonista de novela. Alcanzó la madurez literaria en esos primeros años del siglo XX en los que cualquiera era un señor, cualquiera era un ladrón, como dice el tango. Acusado de desfalco, huyó a Honduras. A su regreso, fue encarcelado y en prisión comenzó a escribir cuentos para poder mantener a su hija. Adoptó como seudónimo literario el nombre de su gato y murió hace ahora un siglo, solo, olvidado, alcoholizado y con veintitantos centavos en el bolsillo como todo capital. Como suele pasar, nueve años después de su muerte se instauraron los O’Henry Awards, prestigioso premio en honor a este genio de la ironía y del relato con final imprevisto que desde 1919 se conceden a los mejores narradores del género.
PURO FAR WEST reúne seis magníficos cuentos escritos entre 1907 y 1919, ambientados en tierra fronteriza de mezquites y chaparrales. Y nos descubre el Oeste auténtico, el cotidiano, de la mano de los protagonistas preferidos de O’Henry, esos que no nacieron para héroes pero guardan una historia digna de ser narrada: Calíope el loco de gatillo inquieto, la encantadora de serpientes con ojos de lance y requiebro, o el ladrón de trenes y su conmovedora soledad.
A los apasionados del género corto, a los que disfrutáis de la fina ironía, de los finales inesperados y de la prosa magistral, os recomiendo esta antología cuya lectura es un verdadero deleite y una lección de buen hacer. Un libro imprescindible para los amantes del Oeste que, aunque discretos, somos legión. Mi cuento preferido: “El camino del solitario” (1919).
MONO AZUL EDITORA

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